LA FLOR DE RANIA
Cuenta la leyenda, que hace doscientos años existió un hombre que era como un dios, alto, con el cabello que le llegaba hasta las caderas, y hermosos ojos azules, su nombre era Licen, era el líder del ejército del Rey Alquios, un joven que asumió el reinado luego de la muerte su padre, de tez morena, ojos marrones, no muy alto, y el cabello corto y de color negro, se convirtió en el soberano de todas estas tierras, desde la montaña hasta el mar. Licen era conocido por su destreza, había dormido con tastas mujeres, pero nunca había conocido el amor. En el reino de Galopa, existían ciertas leyes que no debían romperse por nada, para citar algunas, las mujeres debían llegar puras al altar, si no es así, se la considera una mujer “sucia”, y es degradada al rango de esclava, y el divorcio es automático, sólo se puede considerar el no degradarla en caso de abuso, si algún hombre o dios abusaba de la mujer antes de que se case. Otra ley, era que el hombre, está obligado a estar con una sola mujer por el resto de su vida, si quisiera otra, solo el rey puede otorgarle ese privilegio, que es más para los funcionarios de alto rango y la realeza. En caso de adulterio, la pena es la castración, tanto para los hombres, como para las mujeres. Era un reino bastante difícil, se decía que el Rey tuvo una esposa que lo engaño, y él que la amaba hasta el delirio, en un estado de locura la mandó a castrar, ella rogó aún así su perdón, pero fue desterrada de el reino por su pecado, es la razón por la cual se promulgaban las leyes, sólo por la orden del Rey Alquios.
Licen, era el general del Rey, su confianza en el raciocinio del soberano era tal, que sin vacilar cumplía todas las órdenes que este le daba, era muy alto, tenía la piel blanca, y ojos profundamente azules, sus brazos eran fuertes, sus labios carnosos y rosados, y tenía una personalidad muy fuerte y cálida al mismo tiempo. En un reino donde la monogamia era la regla básica de vida, en donde la educación de los hijos, las relaciones mercantiles, la veneración a los dioses, y un sinnúmero de cosas más, eran la base de toda la nación nadie jamás se imagino que eso sucedería.
Hubo una guerra al Este del reino de Galopa, el rey ordeno a sus soldados que no murieran, y que volvieran a salvo a sus hogares una vez terminado el conflicto, dijo que no quería gobernar una nación de huérfanos, pues entonces, le encomendó a Licen, la tarea de traerle la victoria, habían demasiados pueblos queriendo tomar el Este, por sus vastos bosques y el manantial “del reflejo” llamada así porque cuenta con el agua más pura que existía sobre la tierra.
Partió el general rumbo al este, a los pueblos del Kaos, llamados así porque siempre hay guerras en ese lugar. Fueron 2 meses de guerra, muchas vidas perecieron, pero la victoria se logró. Cuando Licen se preparaba para regresar junto al rey, decidió visitar el manantial del reflejo, pudo ver a un joven que estaba tomando un baño en dicho manantial, estaba con medio cuerpo fuera del agua, se veían sus brazos largos y delgados, su piel blanca sin ninguna marca, sus cabellos le llegaban a los hombros, era de un color rubio, parecía oro al sol, sus ojos eran verdes, pálido, y se veía bastante tranquilo, una criatura magnífica en toda la extensión de la palabra.
Licen quedó “idiotizado”, al principio pensó que era una mujer, pero al ver su pecho plano y su rostro, se dio cuente que era un muchacho, aún así su fascinación por el era tal, que decidió no esconderse e ir directamente a preguntar que exactamente era esa persona.
¿Acaso eres un dios?-pregunto al muchacho-, tu belleza es sólo digna de los dioses.
No, no soy un dios, sólo soy un muchacho que toma un baño –le respondió mirándole a los ojos-
Entonces, ¿Cuál es tu nombre?-lo mira con fascinación-
No tengo nombre, cuando era un niño, me abandonaron en este bosque, he sobrevivido gracias al pueblo del Kaos, ellos siempre traen ofrendas al templo de la Diosa Fecunda, para que les den hijos, me abandonaron ahí, me alimento de las ofrendas, y la diosa no se enfada.
¿La diosa no se enfada?-pregunto con duda-
No, ella dice que soy la luz de sus ojos, que mi belleza es algo fuera de este mundo, yo la amo demasiado, es mi madre, la veo como una madre –lo dice sonriendo dulcemente-
Eso es algo de no creer-se sienta al lado de la orilla del manantial-
Lo sé, gran general Licen –hace una pequeña reverencia dentro del agua-
¿Me conoces?
En toda la nación se habla tanto de sus logros, como de su belleza, no hay hombres con cabello tan largo, y ojos tan azules como el mar, me siento halagado al poder hablar con usted, siendo quien es, sin ser ejecutado-le sonríe mientras lo mira a los ojos-
No puedo ejecutar a un ser tan hermoso como tu, la belleza que tienes es tal, que podría volver locos hasta a los hombres –extiende su mano y toca el rostro-
Entonces, ¿Puedo abusar de su amabilidad? –Con una mirada llena de lujuria-
¿Qué es lo que quieres?, si esta en mis manos, lo conseguiré para ti –extrañado, lo sigue mirando con fascinación-
¿Podría Darme un nombre? –con una mirada llena de expectativa, sale desnudo del agua y se pone de rodillas frente a Licen- eso es todo lo que más deseo en este momento.
Entonces, puedes llamarte Hermos- se detiene- si, Hermos, ¿te gusta ese nombre?
¿Por qué Hermos? –Pregunta con mucha duda-
Porque solo cuando le pones una letra mas se completa lo que eres, eres alguien Hermoso –se acerca y le toca el rostro-
Entonces, me parece bien, ahora, si no me matará, si no me hará esclavo, ¿Qué hará conmigo?, escuche que si un hombre le habla como yo, usted lo mata
No puedo hacer nada mas que mirar, la hermosura que posee, no se que me sucede, siento el cuerpo muy extraño-se aleja un poco del muchacho-
Ahora lo entiendo-sonríe pícaramente- si era una mujer, no hubiera dudado en tenerme, ¿cierto?
El punto es… que siendo un hombre, quiero tenerte –lo mira con deseo-
General, su belleza es legendaria, he sido cautivado, maldigo mi destino, por no ser una mujer, si lo fuese, no sería pecado el ser abrazado y acariciado por usted –baja la mirada-
Entonces, Licen se lanza sobre el desnudo cuerpo del joven, y lo besa con irrefrenable deseo, diciendo que no puede detenerse, fue así que luego de estar completamente desnudos bajo la luz del sol, el destino conspiró para que se unan en cuerpo, dos personas que apenas se conocían. Licen, que nunca había estado con un hombre, recorrió cada centímetro del cuerpo de Hermos, sintió tanto placer, que no medía su fuerza, no era capaz de detenerse, su lujuria estalló, era como un caudaloso río desbordándose por la lluvia. Hermos, parecía no desagradarle en absoluto esa pasión, recorrió con su lengua, cada parte del cuerpo de Licen, no hubo lugar que no haya visto, el placer era tal, que no dejaban de jadear, fue la primera vez que ambos sintieron una pasión de esa manera. Cuando llego el anochecer, Licen y Hermos fueron hacia la capital de la nación.
Al llegar a la capital, Licen anunció que tendría un asistente personal, que se encargaría de los asuntos que el tuviera cuando se alejara por algún motivo de estado de la capital. De noche, se encargada de ser el bien amado, un amor que no se puede confesar, que nadie debe saber, era consumado dentro de la alcoba del general. Asi pasaron los años, Hermos, se ganó el mote, de “Hermos, el domador de las bestias”, porque nadie en el reino le negaba nada, ni siquiera la persona mas avara, o la más fuerte, y hasta los animales salvajes se rendían a su encanto. La fama de este hombre, llegó a oídos del rey, entonces, cuando Licen salió a un viaje de reconocimiento militar, Hermos recibió la invitación real para cenar. Fue la primera vez que se veían, y el rey, quedó sin palabras, a primera vista cayo enamorado de Hermos. Le ofreció el reino entero, pero Hermos, mintiéndole le dijo que sólo estaba enamorado de una sola mujer, y que sólo ella puede hacerlo caer.
Licen volvió de su viaje, y Hermos le contó todo aquello que le había sucedido, y que no tenía idea de que hacer, si el rey descubría que ellos tenían algo, los mandaría a ejecutar. Fue entonces que, Hermos, viajo hacia el pueblo del Kaos, y fue al templo de la diosa Fecunda para que le ayudase. La diosa, que era una criatura de belleza incomparable, sólo se dejaba ver ante Hermos, para otras personas, adoptaba la forma de un tigre siberiano albino. Le concedió un deseo, y tomó el cuerpo de una joven llamada Rania que había muerto por una enfermedad, al otro lado del mundo, y con su poder la hizo aparecer en el templo, con un beso, le dio vida, cuando despertó, la diosa le encomendó que con su vida protegiera a Hermos, que haga todo lo que el deseara, sea bueno o malo. Rania también era hermosa, su piel era tostada, tenía ojos del color de la miel, así mismo era tan dulce, su mirada destilaba inocencia, y su cuerpo era perfecto, y también, fue elegida por ser muy fértil y tener un buen corazón. La única condición que le puso la diosa, es que dejara embarazada a esa mujer, y que el hijo de ella, sería su hijo también así como él lo era. Hermos aceptó sin hacer ningún gesto de desagrado, el amaba mucho a su general, pero siempre quiso estar con una mujer. La llevo hasta la capital de Galopa, y la tomó como su esposa. Fue asi que Hermos fue padre de una pareja de gemelos, a la niña se le dio el nombre de Anna y fue entregada a la diosa Fecunda, el niño quedó con su madre, para guardar las apariencias ante el rey , que nunca dejó de hacerle las propuestas indecorosas a Hermos.
El verdadero problema comenzó algunos años después, cuando Licen, comenzó a sentir celos enfermizos de Rania, que no ocultaba lo enamorada que estaba, pero el amor de Rania se partía como las ramas de un árbol, y su mayor adoración era su hijo Pan. Los celos llegaron al punto de que Licen casi asesina a Rania, pero Pan lo impidió y fue herido de manera tan grave, que casi muere, Hermos, entró en pánico, ya que por un lado amaba ciegamente a Licen, pero por el otro lado, el amor que sentía por su hijo era incluso más grande, fue ahí que Hermos decidió dejar a Licen, tomo a su hijo y a su esposa y volvieron al templo de la Diosa Fecunda, en busca de protección.
El rey se enteró de todo eso, y aún a pesar de su deseo carnal por Hermos, el rey siempre pensó que la familia es lo mas importante, llamó a Licen y le advirtió que si volvía a atentar contra la vida de Rania o su hijo, que sería expulsado a la montaña del terror, porque no importaba que tan grande fuera el amor que sentía por Hermos, el debía respetar la vida de las mujeres y los niños.
Licen escuchó las advertencias del rey, pero su corazón estaba tan nervioso, que decidió ir a buscar a Hermos. Cuando llegó, le suplico perdón a Rania y a Pan, y les prometió que jamás volvería a ponerles un dedo encima, ya que Licen quería a Pan como si fuese su propio hijo.
Pero, no siempre se tienen finales felices. Habían pasado 10 años, y los hijos de Hermos tenían 20 años, Anna se volvió una mujer de belleza tal que incluso hubieron guerras por tenerla, siempre tenía que estar cerca de su hermano, o de su “Tío” Licen para ser protegida. Llegó un punto, en donde, para poder protegerla, debieron casarla con el segundo hijo del rey Alquios, para que los soldados del reino la protegieran. En Galopa, se veneraban a varios dioses, entre ellos estaba la diosa Shinee, conocida por ser la diosa que domina el clima y fomenta la envidia. Cuando por casualidad paso por el Galopa, se enamoró a primera vista de Hermos, su fascinación fue tal que lo secuestró y se lo llevó a la montaña del terror, que es donde estaba su santuario principal.
Licen entró en pánico, el rey, perdió la cordura, y Rania, tratando de apaciguar a Licen , le dijo que pida ayuda a la Diosa Fecunda, y que ella le dirá que hacer. Licen nombró a Pan como el general sucesor, en caso de que muriera, para que así el pueda proteger al rey y a su hermana de cualquier maldad.
Rania sabía lo mucho que Hermos y Licen se amaban, y que Hermos, aunque le dio hijos y nunca le negó placer carnal, sabía que ambos si le pasara algo, la cuidarían, entonces, la diosa fecunda le dio una daga forjada con hierro celestial y enfriada en el manantial del reflejo, para que pueda liberar a Hermos de las garras de la Diosa Shinee. Rania en secreto, le pidió a la Diosa Fecunda que le dotara con algún poder, porque, ella en su corazón sabía que si ellos, quedaban de alguna manera el uno sin el otro, morirían.
Rania y Licen partieron hacia la montaña del terror, pelearon contra ogros, espectros y otras bestias de origen fantástico, hasta que lograron llegar al templo. Ahí pudieron ver a Hermos, estaba completamente hipnotizado por la Diosa Shinee, habían copulado por varios días, Hermos se veía agotado. Al verlo en ese estado, Licen peleó firmemente contra la diosa, la batalla duró 2 días continuos, mientras ellos peleaban, Rania hacía toda clase de exclamación, golpeaba y derramaba agua a Hermos, pero no salía de esa hipnosis, entonces, Rania se cortó la mano y comenzó a llorar, Hermos, volvió en si mismo y se encontró en una batalla en la que casi pierde la vida su amado Licen. Rania tomó la daga que le dio a Licen la Diosa Fecunda, y se lo clavó en el pecho a la Diosa Shinee. Al hacer esto, el templo de comenzó a derrumbar, entonces, Rania le gritó a Hermos que tomara a Licen y huyeran de ese lugar, Hermos, no quiso ir, no quería dejar a Rania morir, pero cuando quiso tomarla, su mano se quemó y Rania le dijo : “ahora soy alguien a quien no puedes tocar, así que vete, y vive feliz tu vida, y cuida de tus hijos y de la persona que amas, yo siempre estaré a tu lado, en espíritu.” . El templo se derrumbó Rania y la Diosa Shinee murieron. Hubo tormentas por varios días, las cosechas se perdieron y el reino comenzó a morir de hambre. El Rey Alquios, no sabía como remediar la situación, y pidió ayuda al Padre de Todos los Dioses, al Gran Athos. Éste le concedió la sabiduría para poder salvar a su nación.
Aún así, Hermos sentía un profundo dolor en su corazón, amaba con toda su alma a Licen, pero, su esposa, Rania, se convirtió en su mejor amiga, y ese dolor de no haberla podido salvar lo atormentaba. Sus hijos, sufrían al verlo tan triste, ellos amaban a su madre sabían que era l que ocurría, supieron de su sacrificio, y entonces, decidieron interceder.
Pan, pidió al Rey que lo nombrara general de su ejército, y así, Licen y Hermos, podían ir a vivir al pueblo del Kaos. Y así lo hicieron, solo que, la gente no entendía, y eran rechazados, porque consideraban que no era puro ese amor, que no daría “frutos”, que es algo prohibido. Ante tanta hostilidad, Anna, pidió a su padre Hermos, que fueran a vivir a la montaña del terror, para que nadie jamás pueda volver a condenar su amor. Hermos se sentía desolado al tener que abandonar a sus hijos, y volver al lugar en donde su mejor amiga había perdido la vida, su cúlpalo carcomía hasta los huesos…
Al llegar a las ruinas del templo de la Diosa Shinee, quedaron impresionados, levantaron todos los escombros, y cuando comenzaron a construir su nuevo hogar, encontraron la daga de la Diosa Fecunda, y debajo del vestido que había usado Rania, brotó una hermosa planta morada. Decidieron comenzar de nuevo con ese amor que la gente no entendía, tuvieron que alejarse de las personas, y vivir solamente ellos dos, solos, sin nadie más.
Cada vez que llegaba el invierno, la planta morada, florecía, y sus flores eran amarillas y blancas, y que solamente cuando hay nieve es cuando se abren para ser vistas. Esas flores simbolizan el sacrificio por la persona a la que amas, y es la promesa de poder disfrutar el resto de tu vida ese amor y solamente yendo a esa montaña lúgubre, casi llegando a la cima la puedes ver, porque es el único lugar en donde crecen las flores. Y hasta hoy, no crecen en ningún lugar, en donde las personas no aceptan el amor que algunas parejas se tienen, es la bien llamada flor de Rania, flor de la aceptación, porque aquella persona, sacrifico su propia vida, para que su amado pueda vivir feliz, aún siendo algo no aceptado por el mundo, en su corazón ella lo aceptó desde el principio, y es por eso que mediante su sacrificio, demostró que es posible, vivir ese tipo de amor